viernes, 27 de julio de 2018

De un jueves a un viernes

Hay dolores que no se pueden abrazar

porque no se dejan, 

están muy profundo,

nada los alcanza.

Por eso lloran en soledad,

cuando nadie los ve.

Es como querer abrazar

a alguien que esta en otro continente.

Como querer rodear desde tierra firme

una nube que vuela alto.

Hay dolores que solo una jauría de perros puede estrechar,

perros cariñosos y bien alimentados.

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