De repente alojamos sentir
en un pequeño hueco aislado
nos besamos tiernamente
cada encuentro explotaba
por dentro y fuera
nuestros cuerpos
habían colmado el extasis
pero como repentina
y fugaz empezó
así se fue...una noche
fue la última vez...
De repente alojamos sentir
en un pequeño hueco aislado
nos besamos tiernamente
cada encuentro explotaba
por dentro y fuera
nuestros cuerpos
habían colmado el extasis
pero como repentina
y fugaz empezó
así se fue...una noche
fue la última vez...
Me quedan lo collares que, en secreto, devolví.
Sentí un aroma del pasado, que inmortalizó mi existencia.
¿Qué será lo último que pensó?
mirando el lago, se preguntó...
Despertó esta mañana llorando
sintió la ausencia
sintió que lo iba a extrañar.
Había alegría en sus ojos
en su mirar...
Cuidando cada detalle, como nunca, ahora siempre.
Aparece un
sueño que cuenta una historia distinta.
Para comprender
y compadecer lo que antes no existía, o no se concebía.
Retroceder para
entender, para saber más, para acercarme y no restar.
Tan cerca,
estaba lejos.
Caricias sobrantes,
ásperas, consecutivas e imaginarias.
Absorber la
personalidad envenena.
Crear la
oportunidad entonces de retroceder y recuperar y asir el respeto mutuo.
Una inferencia,
un pensamiento, un momento, nada más.
Una tenue luz se hizo brillante
maravilloso
fulgor
extenuante frenesí.
Una rama de
un árbol cicatriz
las líneas que
surcan el rostro
y el espejo
devuelve justicia e injusticia.
¿Quién más
vendrá?
el carro
parece marchar solo
¿quién más
lo verá?
Preside la
noche
un cuadro
en la retina
imágenes eternas.
La dulzura
predomina
como la
vitamina en la cáscara
no quieras
pelarla tan deprisa.
Si somos
dos
¿qué más da?
solo si
somos dos.
Y aullar se
vuelve rutina
un hábito
subrayado a color
el alma
como inferencia.
Inspiración
¿dónde estás?
ebria camina
en zigzag
derramando la
tinta en el papel.
Cuento los
días
sin querer
acomodando
momentos en estantes.
¿y si la
luz se apaga?
solo somos
dos
seguimos
siendo dos.
Es repentino
sucede nomás
existir.
Llueve
torrencialmente y me animo a escribir un poco. Las calles se están limpiando y
las mentes sucumben al ruido blanco. Socavar en el porqué de las cosas ya no
tiene éxito. La motivación confluye hacia la evolución de algo más. Todo puede
ser, y va a ser. Lo que no, sucumbirá. Pero en el devenir de los tiempos se
avecina una fe omnímoda, que en la heterogeneidad de la incertidumbre, muestra
valor, calidez y compasión a los deseos puros del alma.
Llovió para
reírse a carcajadas. Mojarse. Disfrutar. Casi arruino el momento queriendo
filmar una historia para el Instagram, pero recordé que no podía, me robaron
ayer el celular. Y yo me guardé este momento en mi corazón.