jueves, 26 de julio de 2018

Carta

Hola, esto me huele a error. Esto me trae más de lo que encuentro. Y me tiro de cabeza al fregadero. A ese sillón de color "todo por vos".
Ay, ay, ay y eso que a vos no te escribí ninguna canción. Porque nuestra relación se creó entre paredes de hormigón. Y un perro nos olfateó y luego nos delató. 
Fuimos presos vos y yo. Y las celdas eran pequeños cuartos para romper fotos. Para despilfarrar votos. Y apostar a un amor u a otro. 
Ya no confié lo que decían tus ojos. Mienten tus ojos. Mienten un poco.
Pero no otorgo un nombre a esta ilusión, es un desencuentro de pudor.
Recuerdo haber vuelto a ver esos ojos. Cuando la noche pasó y ya no habían vidrios rotos ni empañados de dolor o de vapor del corazón cuando temperatura levantó y solos nos encontramos. De a dos. 
De a uno.
Entre tanto vuelves y no haces daño.
Vuelves para quedarte un rato.
Para rimarme un poco.
Que cosa esos ojos tuyos.
Mienten un poco.

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