domingo, 12 de agosto de 2018

El origen del miedo

Aquellos que más sufren, soportan y padecen, penetran en una especie de atmósfera nada confortable de alcanzar. Traspasan una frontera que jamás llega a ser palpable. Indagan en las profundidades y en el pesar del alma. Que se joroba. Innecesariamente. A través del sentido vicioso del miedo a dar un paso.
Aunque sea un pasito.
Y otro.
Y otro más sobrehumano que potencia la voluntad e incrementa la alegría. 
¡La desborda!
Acrecienta.
Aturde.
Y hastía al sufrimiento. 
Ya no más desafiante. 
Ni provocador. 
O competitivo. 
Adicto e incondicional camarada de la vida, se marcha. 
Desertor.
¡Huye!
Sin más decir que, existo. 
Solo eso.




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