Suspendida entre moléculas, crezco.
Carece de suspenso la situación, no es más que una conversación conmigo misma.
¿Cuándo pasó la vida?
¿Cuándo menguó el dolor?
¿Terminó realmente?
Queda el remanente deseo, solo la luz es bienvenida.
El amor está presente más que nunca, porque estoy viva.
Si dormimos y en los sueños nos encontramos, quizás ya está todo dicho.
Si solo te sueño de manera veleidosa, tal vez haya un futuro próximo, juntos.
Y lejos de la abulia de una vida sin propósito, sigo queriendo ser feliz.
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