Que fácil es para los enamorados que crían emoción, sin añadir lo perfecto de sus minutos, varios de ellos al día.
Que las abejas cubran con su manto las luces de la noche habiendo estado sin dormir, habiendo logrado bostezar placenteramente.
No capté la luna. Ni su forma ni su brillo.
Ningún espectáculo, solo vi el cielo gris intenso.
No decía nada, pero tampoco callaba.
Oí un susurro al pasar unas nubes enamoradas que chistaron, casi en forma de queja: Isla Gorriti se ve tan bella, esta vista es preciosa.
Lo cual ando sabiendo.
¿Qué admiraría sin las estrellas fugaces?
¿A quién compartiría mis deseos sino a aquellas que todo lo sufren? Atravesando cortezas que nada tienen en común con la cascara de un zapallo.
Fácil es decirlo. Salí de este encierro.
Ve y haz algo por la Patria!
O por los menos valora tu tiempo en el planeta!
Pero para los enamorados nada es difícil, cero estorbos, nada padecen, porque de la nada sienten que son invencibles!
Pues callando y cayendo la gracia un día es inevitable no sentir lo terrible de su pérdida.
Pues digamos diciendo por decir, que pasando los buitres, si te ven, y estas quieto, tu los llamas.
Pero si no les das importancia hasta tu más terrible agonía los hace huir.
En un lago casi salado hundo mis pies y aquellos enamorados desfilan otra vez.
Fecha de creación: 21 de diciembre del 2006
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