Cuanta insatisfacción.
Sabor de calles habitadas por rayos desorientados.
Sube la realidad lisa y llana como la corriente de mi sangre que hierve.
Pétalos purpuras se extienden y me comen viva.
Es todo lo que soy, es todo lo que ves, es todo lo que seré.
Pétalos purpuras aclaman protagonismo.
Dejo de brillar, me enciendo, te reclamo un momento.
Solo puedo escribir en tu piel de niño, solo puedo apreciar tus ojos avellana.
Miran más no me ven.
Quiero el cielo entero para apaciguar la crisis.
Subo a su encuentro pero las nubes me conmueven.
El disturbio deja de ser para ser silencio.
Caen gotas a los costados de las mejillas.
El mal humor tropieza peregrino.
Y Caigo en el rumor, de un sábado más parecido al ayer, que al hoy que vivo.
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