Quizás apunté muy alto sin querer caer. Quizás quería sentir la perfección, que podía tenerte. Que ilusa. Quizás trepe a las nubes y ahí me quedé, solo para estar cerca del sol, por una vez sentir la calidez hasta quemarme. Siempre fui de extremos, frío de soledad y calor de soledad intensa. No puedo evitar esta tristeza por ser tan cobarde, digo, por ir detrás de algo imposible. Por no ver lo bueno de lo simple que estaba frente a mis ojos. Por mentirme creyendo que podía tenerte. Y por sentir algo tan irreal. Pero se que se puede seguir igual. Esta cobardía continua a mi lado, ya no puedo decirle que se vaya. Prefiero ser cobarde y creer en lo imposible. A resignarme a una realidad que ya no es mía.
No voy a ceder a tu avaricia. Tu codicia por verme caer no es lo mío. Simplemente nací para algo nuevo. Algo que muchos pretenden y algunos ya deben sentir. Las acciones lo confirman y lo contradicen. ¡Se contradicen! Pero en esas contras solo hay empuje para mí. ¡Sí! ¡En la era del ego! ¡Yo no ofrezco la otra mejilla!
Cierro los ojos, me inquieto pensando en vos, hace rato no me pasa. Quedarme un poco tonta. Sin embargo, son cuentos de hadas los que prefiero yo. Necesito letras para componer, no me puedo dispersar, pero estas en mi mente. Y cierro los ojos hoy, me inquieta pensar en vos, me siento como en la primaria. Me gusta volver a jugar. Hace ya un tiempo que, lo trato de intentar. No fueron solo sueños los que tuve, hoy forman parte de mi realidad, también justifican mis formas de este mundo caminar. Si ves en mi defectos y los querés cambiar, no te olvides nunca que son míos y si cambio el mérito es mío también. Pero esos defectos son míos y lo serán cuando ya no los tenga. Soy leve solo si lo percibe alguien más como vos que me dijiste que transmito levedad. Seguramente soy una burbuja, no me quieras pinchar. (no te conviene) El universo obra de manera misteriosa y a veces provee de formas mágicas, pero no es estructurado, aunque le gusta avisar.
Quizás no regalarse y cuidar más el corazón, la escuché decir hablando sola. Vestía de invierno exagerado. Continuó respirando de manera entrecortada y volvió a sonreírme. Sin darme tiempo a devolverle la sonrisa agregó: es la respuesta a tantas noches de soledad en compañía, o simple soledad. Se quedó mirando el horizonte de lo que teníamos por avenida en el barrio. Cuando me quise dar cuenta ya eran las seis de la tarde. La saqué del cuelgue: che nena me tengo que ir. Me agarró del brazo como abrazándome de costado y amablemente siguió caminando para el lado equivocado, le seguí la corriente. Continuó hablando: quedó el vaso vacío arriba de una mesa de madera que le da el sol, vacío, pero disfruté vaciarlo ¿sabes? Me siguió llevando lentamente en la dirección contraria y siguió: tantos errores, ninguna elección, en el haber, más de una cuenta pendiente. Esto último lo dijo mirándome a los ojos seriamente. Nos frenamos, siguió observándome y dijo: cuentas que no voy a pagar mientras quiera ser feliz, sería tan injusto, arrinconarme, hacia lo abstracto del pasado. Se quedó de nuevo tildada, mirando la nada, aún seguía agarrándome ahora enfrentada a mí. Por último dijo: solo veo el vaso vacío, y siento que sacié mi sed. Me volvió a mirar y acercó su boca cómodamente a la mía y me besó de manera inexplicable. Nunca más la volví a ver pero la amo.
La vida es en parte la relación con uno mismo. La convivencia con uno. Los pensamientos con uno.
La vida útil de esta estrecha relación con uno mismo, depende y pende de uno. (siento que soy una capsula que comprime recuerdos. No se que tan leve sea esta capsula que me siento ser)
Demasiado idealicé personas normales somos hay cosas que ya viví intento volver y no se como. Demasiado idealicé el pasado no vuelve tampoco revive de una poción soy yo que me quedé sin vos. Demasiado idealicé pensando que el cielo es el vestido de dios sintiendo que el invierno ya pasó volviendo sobre las huellas de tu amor.
En mi vida tuve muchos saltos , muchos cambios abruptos. Muchas adaptaciones, en consecuencia, algunas positivas. Otras no tanto. Pero aún así siento que todas esas experiencias me hacen quien siempre quise o esperé ser.
Siempre hubo una fuerza mayor, increíble, ¿cómo describirla? no se. La verdad es que fue lo que me mantuvo siempre con dicha y felicidad a pesar de las tristezas de la realidad.
Realmente cada uno va por si mismo.
El motor real es colectivo si. Pero uno también necesita de esa batería que atrae el ímpetu de realizar lo auténtico y propio.
¡Miren esa luna! Era así cien años atrás, se verá así dentro de cien años más. Lo único es poco único la verdad. Lo breve del presente, maravillosamente, se cuenta en lunas que recuerdo. Sé que solo son paisajes solo son abrazos la vida es un momento... Voy a disfrutar eso y no ser una careta.
Enloquecí; me estabilice. Te vi; para no saberte nunca. Nadie sabe las penas de nadie; vos menos. Yo bastante menos. Pero el mar es largo, y alcanza. Cortocircuito; neuronas. Razones; se apropian. Tengo sueño en la eternidad; y una almohada no me alcanza para soñarte. Señora Nostalgia; asombra. Y una sombra dulce juega en el patio de la Escuela N°8.
Por no caer en lo cursi mejor no hice nada mejor dicho me paralicé. Por no ceder a lo obvio analicé de más de menos. Las horas y los días luego los meses y los años pasaron. Gusto amargo a soledad que no sacó un chicle de menta antes de besarte. Erróneo quizás aquello que un día pensé acertado. Sabio el tiempo silencioso de contemplar. Inmaduro llevarse el mundo por delante. Las cosas materiales van a seguir acá cuando ya no esté.
Las gentes caminan la playa, las nubes dibujan la playa con huellas de gotas. Los turistas llegan a la playa y encuentran paraíso. Todo es presente, todo es calma después de la tormenta.
De a momentos surge un existencialismo agridulce... ¿A dónde irán a parar todos esos mensajes borrados? Si no hay tiempo mejor lo invento. Hay circunstancias, las hay. Si no hubo magia, ya habrá. Trato de no cruzar las piernas, trato de no pensar mal. Solo resta un supuesto camino individual, pero el camino es de todos. ¿A dónde irán a parar tantos millones? Nada más ni nada menos que a la soledad. Disfruta tu isla paradisíaca, irresponsable del mundo, mientras puedas.
Sabiendo cuanto calor hacía no importaba la niebla no importaba si se distinguía el horizonte o si la gente todavía dormía. El calor te ponía de buen humor. Pero ahora es demasiado. Las palmeras reían con las cosquillas de la brisa matutina y las aves perdidas del vuelo plural, se divertían en una danza solitaria. Hoy lo recuerdo en un "mañana". Los transeúntes obligados de rutina salían a caminar su deporte. El gran ventanal dejaba contemplarlos. Y el diario hacía su entrega habitual. Solo querer que todo sea como antes.