sábado, 10 de enero de 2015

El espíritu perdura

Por no caer en lo cursi
mejor no hice nada
mejor dicho me paralicé.

Por no ceder a lo obvio
analicé de más
de menos.

Las horas y los días
luego
los meses y los años pasaron.

Gusto amargo a soledad
que no sacó un chicle de menta
antes de besarte.

Erróneo quizás 
aquello que un día
pensé acertado. 

Sabio el tiempo
silencioso
de contemplar.

Inmaduro
llevarse el mundo
por delante.

Las cosas materiales
van a seguir acá
cuando ya no esté.

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