Cuidando cada detalle, como nunca, ahora siempre.
Aparece un
sueño que cuenta una historia distinta.
Para comprender
y compadecer lo que antes no existía, o no se concebía.
Retroceder para
entender, para saber más, para acercarme y no restar.
Tan cerca,
estaba lejos.
Caricias sobrantes,
ásperas, consecutivas e imaginarias.
Absorber la
personalidad envenena.
Crear la
oportunidad entonces de retroceder y recuperar y asir el respeto mutuo.
Una inferencia,
un pensamiento, un momento, nada más.