Cuando desperté esta mañana no sabía si todavía estaba dormida o si no había logrado dormirme aún. Me faltó el sueño y no recuerdo haber pasado las horas tan rápido dando vueltas en la cama. No recuerdo desmayarme del cansancio y despertar lúcida.
Y ya no recuerdo el sabor de sus labios.
Ni el amanecer de aquel verano en que solía no dormir de la adicción al insomnio.
No recuerdo haber llorado tanto una noche hasta secar mi alma. Hasta escurrir mi tristeza sobre las sábanas.
Muy escondidos están los recuerdos que uno quiere olvidar. Y no hay motivos que eviten volverlos a hallar. Allí donde las puertas quieren ser tocadas. Allí donde la sal del desamor enardece los pálpitos de la ilusión y un pensamiento se diluye continuando su razón hacia el desagüe de un río de dudas que buscan el nacer de la vertiente.
No recuerdo donde inicia mi río. Mi fluidez tan niña. De búsqueda, de pérdida, de no recordar y a la vez hacerle frente a los olvidos que de alguna forma fueron patentados en mi corazón. No recuerdo ya sus pálpitos. Supongo que eran agitados y aburridos ahí latiendo. Solos. Con el sonido de la sangre. Recorriendo pasadizos impenetrables por mi visión, que no recuerda. Si es mar meciéndose o son mis venas comprimiéndose. Tratando de retener la vida. De absorber la energía que transporta esa extraña sabia amarilla que crece de un árbol en mi. Transcurre más roja que el fruto más deseado, aquel picante con el sabor apasionado. No lo recuerdo, pero late.
Y el olvido es solo un recurso natural que alguna vez se agota,.
Tarde más nunca temprano las llaves abren puertas rotas. Habiéndose forzado esa cerradura, habiendo sido la manija tosca. Porque interrumpir ese religioso sentimiento de hacerlo del modo que es debido, recurrir a tener únicamente la llave que abre la puerta.
¡Pues no!
¡Entra!
¡Ver!
Esta puerta ha sido forzada, no pretendas ser el primero detrás.
Siempre alguien antes ya supo.
No recuerdo sinceramente que habita detrás de la puerta, la llave me la han robado.
Solo si te animas a espiar, sabrás que hay del otro lado.
Como un mago, ayúdame a recordar.
(6 de Mayo del 2009)
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