jueves, 20 de mayo de 2021

Sangre

Los barcos bailan

en la brisa de la tarde

color arena y verde palmera

relajan el mirar

la madera que sostiene 

una casilla de guardavidas

combinación de paz

charla con la sangre de mi sangre

un mimo al alma.


Pd: Hay que matar a los padres, pero no en el sentido literal de la palabra. En el sentido del vínculo. De dejar ir la imagen de papá o mamá como algo grandioso o monstruoso. Solo amarlos como son y poder cortar el lazo para avanzar en el camino propio.

Hoy

 Hoy me agarro fuerte

hoy no te vayas

hoy es un día que quisiera que dure más

te extraño

nunca pude dejar de crecer

hoy que el amor nos una

 hoy se rompen los miedos

se quiebran

se parten

se agrieta 

profundo

la luz traspasa

atraviesa

golpea el iceberg

hielo

miedo

estalla

el sol derrite

escucho tu voz

y siento paz.  

 cosmos como un hondo ser

Domingo

Irreal esta soledad
mucha ciudad
escaso amor
te escribo o no
se fue la pasión
no es real esta soledad

No me aburro 
la banco
no es real
la paso bien
en este cuerpo
brillo
en lo profundo hay sentido.

Trasciende todo dolor
toda dicha vivida.

 y esa lista de rock que escuchamos haciendo el amor

Tiempo fake

 Me dijo que le hablo para que me cure la tristeza. 

Que no me importa lo que le pasa de verdad. 

Me dijo que soy fuerte, que ahora solo piensa en él.

Mi cabeza no para de pensar. 

¿Mi corazón sentirá?

Entonces que me guie el corazón.

No sé los porqués.

Mi cabeza quiere saber, más mi corazón llora y ese es el real porqué que me interesa investigar.

Que ahora solo tiene tiempo para él. 

¿Qué no fue siempre igual en mi recorrido? 

¿Cada enamoramiento que no tuvo tiempo para mi? 

¿y mi tiempo?



Random oraciones

No se dijo nada y sin embargo ya esta todo dicho.

Me gustan las circunstancias nunca habladas.

Si hará falta no explicarme.

Muchas historias cuentan leyendas.

Querer vivir un paso adelante para que pase el pasado no es inteligente.

Y si es solo vivir.

lunes, 3 de mayo de 2021

No recuerdo

 Cuando desperté esta mañana no sabía si todavía estaba dormida o si no había logrado dormirme aún. Me faltó el sueño y no recuerdo haber pasado las horas tan rápido dando vueltas en la cama. No recuerdo desmayarme del cansancio y despertar lúcida.

Y ya no recuerdo el sabor de sus labios.

Ni el amanecer de aquel verano en que solía no dormir de la adicción al insomnio. 

No recuerdo haber llorado tanto una noche hasta secar mi alma. Hasta escurrir mi tristeza sobre las sábanas.

Muy escondidos están los recuerdos que uno quiere olvidar. Y no hay motivos que eviten volverlos a hallar. Allí donde las puertas quieren ser tocadas. Allí donde la sal del desamor enardece los pálpitos de la ilusión y un pensamiento se diluye continuando su razón hacia el desagüe de un río de dudas que buscan el nacer de la vertiente. 

No recuerdo donde inicia mi río. Mi fluidez tan niña. De búsqueda, de pérdida, de no recordar y a la vez hacerle frente a los olvidos que de alguna forma fueron patentados en mi corazón. No recuerdo ya sus pálpitos. Supongo que eran agitados y aburridos ahí latiendo. Solos. Con el sonido de la sangre. Recorriendo pasadizos impenetrables por mi visión, que no recuerda. Si es mar meciéndose o son mis venas comprimiéndose. Tratando de retener la vida. De absorber la energía que transporta esa extraña sabia amarilla que crece de un árbol en mi. Transcurre más roja que el fruto más deseado, aquel picante con el sabor apasionado. No lo recuerdo, pero late. 

Y el olvido es solo un recurso natural que alguna vez se agota,.

Tarde más nunca temprano las llaves abren puertas rotas. Habiéndose forzado esa cerradura, habiendo sido la manija tosca. Porque interrumpir ese religioso sentimiento de hacerlo del modo que es debido, recurrir a tener únicamente la llave que abre la puerta.

¡Pues no! 

¡Entra! 

¡Ver! 

Esta puerta ha sido forzada, no pretendas ser el primero detrás. 

Siempre alguien antes ya supo. 

No recuerdo sinceramente que habita detrás de la puerta, la llave me la han robado. 

Solo si te animas a espiar, sabrás que hay del otro lado. 

Como un mago, ayúdame a recordar.

                                                                               (6 de Mayo del 2009)


Aborto

¿Cómo se empieza? si nunca naces.

Inhalando tristeza de mi madre en alerta de que algo suceda y pueda hacer. O de que algo le impida terminar el trabajo que pocos saben hacer.

Aquí comienza el viaje por su cuerpo. Por las clavículas, y su pegajosa piel. Donde yo habito. Donde yo explico a las neuronas lo que nunca podrán comprender ¿Por qué intentan nacer? Si ya decidieron no estar, desaparecer.

Del nido que nos une, al abismo que descubren cuando se dejan caer. Cuando entorpecen chocándose unas a otras. Escurriéndose entre túneles de células. 

Pero ese no es el punto.

Mi desdicha se desplaza por el cuerpo de mi madre.

Como he dicho, como seguiré diciendo: no lo hice, ni lo volveré a hacer.

Somos artefactos

Pueden salir algunas palabras intentando recrear lo que me pasa. Queriendo sumar vida a esta circunstancia. De plegarme ante la fama de un llamado derramado en mi pensamiento. 

Inconclusa espera al llamado que nunca llega. Y retrocedo así a una huelga pasada. A una desactivación de mi esperanza. Momentánea. Como siempre es momentáneo el momento que la ilusión revive. Y junto con ella mi deseada permanencia junto al teléfono, roto de tirarlo y putear contra un artefacto sin vida, que ninguna culpa tiene. Sino quien lo desactiva, haciéndose desear...

Tal vez...si apago hoy mi celular, él crea que estoy ocupada. 

Tal vez...él sienta culpa. Y luego me traiga una docena de rosas amarillas que me hacen acordar al día soleado que no pude disfrutar, porque la alergia de la primavera un ojo no me dejó pegar. Y la noche pasó y la mañana llegó y estuve encerrada. 

Y lo necesité. 

Como beber cuando hay una tremenda sed, por correr tras algo que rápido se escabulle, tras una promesa de color blanco amanecer. Tan pulcro y blanco que es irreal.

Como tú ángel de cristal. 

Como tus llamadas que se hacen esperar.

Y en la espera me dejas marchitar. En la espera me ahogo en un panal de abejas y almíbar queriendo comerme viva...

Viva esta espera que delira dentro mío, una sequía de perdón, una sequía de almidón, de proteínas, de jugo de naranja recién exprimido, recién aludido. ¡Recién te grité al oído! ¿No me escuchaste? ¡No! No apagaré este teléfono, no encenderé el termómetro del dolor dejando prender fuego esta pena de mierda, no.

Ya mi pensamiento está en el tuyo, y aunque no quiera está hecho. Como helecho fuerte que crece al costado de la ruta, y cuando bajas a estirar las piernas te pincha, como avispa bruta, que retruca al enemigo ingenuo y perdido, que solo buscaba un respiro. 

Así te pincho con mi pensamiento. Así de mal me has hecho y así de bien te contesto y así de hipócrita me siento. Siento que soy una mediocre escribiendo esto, no quiero llegar así a ti...

Prefiero morir en el intento.