Respiré y vi que lo hacíamos a la misma vez.
Traté de seguir tu ritmo sin alterar el mío.
Pensé que eso haría que estemos coordinados en sentimientos y cariño.
Pensé que no hay que competir porque el aire es abundante para los dos.
Quise sentir eso unos cinco segundos al menos.
Porque repentino fue.
Por eso sucede lo fantástico.
Momento de creatividad.
Mágico darle vida y no echarse a dormir antes de verlo respirar.
Como a una planta regar.
El instante en el que ocurre.
Espontáneo pero eficiente segmento del día en que germina la imaginación y al arte abraza.
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