lunes, 11 de febrero de 2013

Detrás de la columna

Paso el año, retorno a la página. 
Te vi, huí, jugué a que me veías detrás de la columna. 
No sé si me viste, solo imaginé una película,
te acercaste justo cuando quería,
justo.

Te abracé tímida, sin terminar el abrazo.
La piel a veces es áspera,
como los pensamientos... 
Y así fue.

Todas las conversaciones se emocionaron.
Callaron, esa película tenía un protagonista.
Y no eras vos, ni era yo, alguien recitaba,
y nos hacía reír.

Recordé que puedo ser simple.
Crié un hábito repentino,
que no sé si podré sostener.
Consiste en: no aburrirte más.

Giró el tiempo,
de momento,
dejaron de ser palabras protagonistas,
y una mujer graciosa cantó.

Pensé que criar el no aburrimiento 
podría hacernos soñar juntos, sin escapar.

Pero ahí te vi, detrás de la columna.
Vi tu piel con otra mujer.
Vi química pura, vi placer.
y me aburrí de mi también...

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