Cierro los ojos, me deslizo por la garganta.
Caigo encima del corazón y lo penetro.
En un bosque rodeada de viejos robles, siento aroma a jazmines y lo sigo.
Una puerta se abre. ¡Un ojo gigante me mira!.
Es mi gata, trepo a su lomo y emprendemos viaje.
Quería encontrarte sonriendo y feliz, pero un dragón salió del mar y una ola enorme y feroz casi cierra la puerta.
Me acomodé en los músculos de su espalda y sentí su suave y caluroso pelaje.
Los gatos son animales inteligentes, confundibles a la personalidad de muchos seres humanos. Cautelosos y distantes por momentos, inquietos, piden afecto y de vez en cuando se esconden agobiados de él.
¿Qué tipo de afecto recibimos de estos animales?
Yo creo que es una extensión de nuestra soledad. Una extensión más agradable, sin culpas.
Me animé entonces a cabalgar en el lomo de la soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario