Un torbellino carece de mente
y la tormenta no quiere a nadie
solo rompe cosas con su vendaval.
Ni de casualidad te voy a escribir
soy como un rayo de sol
que no tiene cartuchera
que no tiene hilos
ni cadenas.
Ya me solté
soy un rayo
que calienta la superficie de una inveterada piedra
y acontece que las nubes se tomaron un descanso
solo hay luz en este momento.
¿Y entonces?
ni de casualidad vamos a volver
porque nunca fuimos
solo la locura fue protagonista.
Ni de casualidad vamos a volver
porque no existo
porque no existís.
Ya pasaron los 1000 años
ya somos polvo
y dentro de mucho tiempo
quizás también
polvo de estrellas…
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