A veces pareciera que la ciudad es como una gran madre y con su enorme pecho cubre la noche, que está amamantándose de pensamientos joviales e imperfectos.
De vez en cuando siento que vivo en una película. Y veo a los demás viviendo sus propias películas también.
¿Quién tiene éxito?
¿La gente bonita que tiene suerte de oro? ¿y ni siquiera se da cuenta?
¿Gentes listas y vivas que saben porque hacen lo que hacen? ¿Y así consiguen adelantarse uno o dos pasos?
Hay gente dentro mío que nunca descuido. Gente que no postergo.
Hay gentes inmaculadas que brillan, algunas por dentro, otras por fuera, otras por dentro y por fuera.
Hay gente oblicua y vacía que gira en círculos a su propia existencia.
Pero hay entre tanta gente, algunas gentes en blanco y negro, que son más interesantes, porque nos llevan a su subsuelo de película muda y aprendes a no hablar tanto y hasta a veces ¿por qué no? a escuchar...